Ya sabéis lo que nos gusta estar al tanto de las últimas tendencias de decoración. Por eso, hoy queremos hablaros de la slow deco. En un mundo en el que priman las prisas, la ansiedad y el estrés, esta tendencia llega pisando fuerte para convertir nuestro hogar en nuestro refugio. Un lugar en el que reinará la calma y donde puedes ser tú mism@.
Slow deco: Un remanso de paz
Imagínatelo. Vuelves del trabajo, después de demasiadas horas. Entras en casa, cierras la puerta detrás de ti y te sumerges en tu remanso de paz. Eso es exactamente lo que pone este nuevo estilo.
¿Cómo lo conseguimos?
Olvídate de la moda. Buscamos tener muebles que nos transmitan calma. Dale importancia a los pequeños detalles que te hagan sentir bien. Antes de empezar, párate a cambiar tu forma de pensar y pregúntate: ¿Cómo consigo sentirme bien en mi hogar?
Primera pista: Apuesta por texturas y materiales naturales. Favorecen el descanso y el relax.
Mucha luz y espacios despejados.
Slow deco no es sinónimo de minimalismo. Sin embargo, tener las cosas ordenadas, ver espacios despejados y descubrir cómo la luz fluye por los rincones, favorece a nuestra paz interior. Si nuestro salón está ordenado, no habrá nada que nos haga levantarnos del sofá. Y una buena luz nos permitirá disfrutar al máximo de un rato de lectura o una buena taza de café.
Pon un mueble en la entrada. Uno que te permita depositar las llaves, el bolso y el abrigo, y dejar fuera tu vida exterior.
Disfruta de tu hogar, aquí nada ni nadie puede molestarte.